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Los maragatos eran aquellos comerciantes que recorrieran la ruta de la plata para conseguir las mejores mercancías y hacer grandes negocios, gracias a ellos la cultura leonesa se extendió por toda la península.
La Maragatería es conocida por su rica tradición maragata, una cultura única que ha perdurado a lo largo de los siglos. Los maragatos, antiguos comerciantes de largas distancias, dejaron su huella en la arquitectura, la gastronomía y las costumbres de la zona. Al pasear por las calles empedradas de Astorga, podrás admirar las típicas casas maragatas, con sus fachadas de piedra y sus característicos balcones de madera.
Los imprescindibles
Astorga, al igual que León, es un punto clave como cruce de caminos. Por un lado, pasa el concurrido Camino de Santiago, donde a los peregrinos aún les quedan once etapas hasta su destino. Y por otro, cruza la Vía de la Plata, fundamental en el día de hoy por la trashumancia del ganado. El Museo Bastán, es un Centro de Interpretación textil, en Val de San Lorenzo, donde hay una amplia colección de telares leoneses de toda la península, con los que te explican todo el proceso porque están en perfectas condiciones para su funcionamiento, desde donde realizan verdaderas obras de arte con la tela.
Una de las joyas de la corona a nivel artístico y de culto es la Catedral de Santa María de Astorga, un impresionante ejemplo de arquitectura gótico-renacentista. Su exterior cautivo con sus portales decorados y su torre neorrománica, que ofrece vistas panorámicas. Una vez dentro, te maravillarás con la amplitud de su nave gótica, el hermoso coro y los numerosos retablos y capillas laterales. Las vidrieras, llenas de color, añaden una belleza adicional. Además, no puedes perderte el Museo Catedralicio, donde se exhiben valiosas piezas de arte religioso. La Catedral de Astorga es un lugar que te transportará a épocas pasadas y despertará tu admiración por su belleza y su legado histórico.El arquitecto
Otro punto de interés en Astorga es el Palacio Episcopal, diseñado por el famoso arquitecto catalán Antoni Gaudí. Esta obra modernista es una de las joyas arquitectónicas más destacadas de la ciudad y una parada obligada para los amantes del arte y la arquitectura.
Gaudí fue contratado para diseñar el palacio en 1889, y su estilo único y creativo se refleja en cada detalle de la estructura. El edificio combina diferentes influencias arquitectónicas, como el neogótico, el barroco y el modernismo, creando una fusión de estilos que es característica de la obra de Gaudí.
El Palacio Episcopal destaca por su fachada de piedra, que está decorada con una gran cantidad de detalles ornamentales. En ella se pueden apreciar elementos típicos del estilo gaudiniano, como formas orgánicas, motivos florales y esculturas de santos. La fachada también cuenta con numerosas ventanas y balcones, cada uno de ellos diseñado de manera única.
Al adentrarte en el palacio, descubrirás un interior igualmente impresionante. Las diferentes estancias están decoradas con un gusto exquisito y muestran la habilidad de Gaudí para combinar funcionalidad y estética. Destacan las vidrieras, que llenan los espacios interiores con una luz suave y colorida, creando una atmósfera única.
El palacio tiene entre sus muros el Museo de los Caminos, donde se exhibe una colección de arte religioso y cultural relacionado con las rutas de peregrinación que atraviesan Astorga. Recordemos que Astorga es un punto de paso, muy importante, del Camino de Santiago. En sus salas podrás admirar pinturas, esculturas, objetos litúrgicos y elementos históricos que ofrecen una visión de la importancia de Astorga como punto de encuentro para los peregrinos a lo largo de los siglos.
Sin duda, el Palacio Episcopal de Gaudí es un testimonio de uno de los genios de la arquitectura más reconocidos a nivel mundial. Su visita es una oportunidad única para sumergirse en el universo artístico de Gaudí y apreciar su contribución al patrimonio arquitectónico español.
De cuchara
Si eres amante de la gastronomía, la Maragatería te sorprenderá con sus platos tradicionales. No puedes irte sin probar el famoso cocido maragato, el de toda la vida, pero que se come al revés. Hay varias versiones, ya sea porque los pastores preferían comerse antes la carne por si venía el lobo y tenían que salir corriendo. O en época de guerra por si era el enemigo el que aparecía por sorpresa y era mejor dejar la sopa sin comer. Y de postre, no olvides degustar las deliciosas mantecadas y hojaldres, dulces típicos de la región que te conquistarán con su sabor.
Para degustar esta tradicional elaboración puedes hacerlo desde la misma ciudad de Astorga o visitar Val de San Lorenzo, donde te recuerdo que está el museo textil de Batán, en el encantador y empedrado Castrillo de los Polvazales o Santiago Millas. En cualquiera de estos lugares siempre habrá un puchero de cocido para todo el que quiera catarlo. Pero si lo que quieres es ponerle un broche dulzón a la excursión lo mejor que tiene Astorga son sus chocolates o mantecados, como los del obrador ‘Flor y Nata’, que los hacen en el momento. Y para el camino, por si entra la gusa, un poco de cecina, que es tan fina y jugosa que corres el riesgo de comerte un taco casi de una sentada. El momento
En cuanto al mejor momento para visitar la Maragatería, te recomendamos planificar tu viaje durante la primavera o el otoño. Estas estaciones ofrecen temperaturas suaves y agradables, ideales para disfrutar de los paseos por los encantadores pueblos maragatos y los paisajes rurales.
La Maragatería de Astorga es un destino turístico lleno de encanto y autenticidad. Desde su historia maragata hasta sus impresionantes monumentos y su deliciosa gastronomía, esta región de León te brinda una experiencia inolvidable.
